Buenas tardes.
Seguramente habrás visto alguna vez en el patio del cole, durante el recreo, como una pelota de gomaespuma queda atrapada en un árbol; lo mismo te ha pasado alguna vez a ti. ¿Qué hacer para que baje la pelota?...¡Tirarle algo para que caiga! , habrá pensado alguno.
Eso mismo le pasa a Floyd, el protagonista de nuestro cuento de hoy. Pero lo que ocurre después no podrás creértelo.
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